
The World Ahead 2025: ¿Qué se cumplió y qué no?
Un análisis desde la política económica global
Cada año, la portada de The Economist en “The World Ahead” se convierte en una especie de radiografía anticipada del planeta. No predice el futuro de forma literal, pero sí condensa —a través de símbolos— los grandes vectores de poder que moldearán el año.
La edición 2025 no fue la excepción: un collage cargado de tensiones geopolíticas, señales económicas, íconos tecnológicos, relojes de arena y rostros que representan rivalidades estratégicas.
Como analista de política económica, analizo aquí qué de esos símbolos ya se está cumpliendo y qué aún no. La realidad del 2025 ha confirmado varias advertencias; otras siguen evolucionando.
1. Geopolítica: tensión, bloques y “orden ejecutivo fragmentado”
✔️ Se está cumpliendo**
La portada mostraba rostros de líderes mundiales, misiles, símbolos militares y flechas descendentes. Era la manera editorial de advertir un mapa mundial más tenso, menos coordinado y con bloques más marcados.
Lo que se está cumpliendo:
Fragmentación del orden global: La cooperación multilateral está en su punto más débil en décadas. Los organismos internacionales pierden peso y los países grandes priorizan su agenda doméstica.
Flujos comerciales con fricción: La OCDE recortó las proyecciones de crecimiento mundial a 2.9% para 2025, citando tensiones arancelarias y rivalidades geoeconómicas.
Aumento en el riesgo geopolítico: Reuters describió el 2025 como “un año donde riesgo y resiliencia son palabras gemelas”.
Lo que no se ha cumplido del todo:
A pesar del ruido, no se ha producido un colapso geopolítico súbito, sino una erosión progresiva.
No se ha confirmado un “reordenamiento total” del mapa de poder, aunque el proceso claramente está en marcha.
2. Economía mundial: crecimiento débil y volatilidad monetaria
✔️ Se está cumpliendo ampliamente
La portada cargaba símbolos del dólar, yenes, gráficos volátiles y barras descendentes. Era un código visual para anticipar un año más frágil.
Lo que se está cumpliendo:
Un crecimiento global más débil.
El FMI y la OCDE recalibraron sus perspectivas a la baja durante el primer semestre.
Mercados más sensibles a shocks geopolíticos y a la incertidumbre regulatoria.
Mayor volatilidad cambiaria, especialmente en monedas asiáticas y emergentes.
Lo que no se ha cumplido:
No se ha producido una crisis monetaria global.
Las bolsas, aunque más frágiles, no han mostrado el desplome que algunos analistas temían.
3. Tecnología, IA y la “carrera del siglo”
✔️ Se ha cumplido parcialmente (pero la aceleración ya es irreversible)**
La portada mostraba un cohete, gráficos de aceleración y símbolos de inteligencia artificial. Esto apuntaba a un 2025 dominado por transformaciones tecnológicas.
Lo que se está cumpliendo:
La IA generativa y autónoma se consolidó como motor económico, regulatorio y cultural.
Las inversiones en centros de datos, semiconductores y automatización crecieron exponencialmente.
Las tensiones tecnológicas entre potencias se intensificaron, confirmando que la tecnología es “el nuevo petróleo”.
Lo que aún no se cumple:
La predicción implícita de un “salto tipo cohete” —un hito radical y visible— aún no se materializa.
No se ha dado una revolución espacial o tecnológica al nivel de “cambio de era generalizado”, aunque la maquinaria está encendida.
4. Riesgo sistémico y reloj de arena: un año de decisiones urgentes
✔️ Sí se está cumpliendo**
El reloj de arena central sugería un tiempo que se agota y la necesidad de decisiones rápidas en un mundo impredecible.
Se cumple porque:
Las empresas operan bajo un entorno VUCA–BANI más marcado que nunca.
La resiliencia energética, la diversificación de proveedores y la digitalización acelerada son ya prioridades globales.
Gobiernos y bancos centrales enfrentan presiones simultáneas: inflación persistente, tensiones fiscales y nuevas demandas sociales.
Lo que no se ha visto:
No hemos llegado aún al “punto de quiebre” o a la crisis sistémica visualmente sugerida, aunque varios indicadores se inclinan hacia ese rumbo.
5. Cultura y sociedad: vigilancia, fragmentación informativa y polarización
✔️ En evolución (y creciendo)**
La portada incluía ojos, pantallas, símbolos de vigilancia y figuras que representan discursos contrapuestos.
Lo que se cumple:
Las sociedades continúan polarizándose por información, identidad política y economía.
La credibilidad institucional y mediática sigue cayendo.
La digitalización profundiza ecosistemas informativos paralelos.
Conclusión: The Economist acertó en el diagnóstico macro, pero el mundo aún no toca fondo
La portada de The World Ahead 2025 no buscaba adivinar hechos exactos, sino adelantar el pulso del mundo.
Y en ese sentido:
✔️ Acertó en:
La desaceleración económica
La tensión geopolítica
La aceleración tecnológica
El clima de riesgo permanente
La polarización social
Lo pendiente:
El “salto cuántico” tecnológico
Un reordenamiento total del sistema mundial
Una crisis mayor que marque un antes y un después
2025 se está comportando como The Economist anticipó: un año bisagra, lleno de señales de transición.
No es el final de un ciclo, pero tampoco es el inicio limpio de otro.
Es el intermedio turbulento donde se decide el tipo de mundo que tendremos en la próxima década.