En el pasado, los activos más valiosos eran los terrenos, las maquinarias o el capital financiero.


Hoy, el dato se ha convertido en el activo más poderoso de una organización moderna.

Quien logra entenderlo, gestionarlo y protegerlo, tiene ventaja competitiva frente a cualquier otro.


Pero, ¿qué significa exactamente tener activos de datos?


Qué son los activos de datos


Un activo de datos es toda información que tiene valor económico, operativo o estratégico para tu empresa.


Así como el inventario o los equipos forman parte del balance, los datos —cuando se administran correctamente— representan conocimiento, eficiencia y oportunidades de negocio.


No se trata solo de números o bases de datos. Un activo de datos puede ser:

  1. Una lista de clientes con su historial de compras.
  2. Los registros de ventas de los últimos años.
  3. Los indicadores de rendimiento de tus campañas de marketing.
  4. Los comentarios de los clientes en redes sociales.
  5. O incluso las métricas deportivas que un atleta genera en una app como All Sports Coins.


Cada uno de esos datos tiene potencial para mejorar la toma de decisiones y crear nuevos productos o servicios.


Tipos de activos de datos más comunes



Tipo de activo Ejemplo                     Valor que genera

Comerciales Base de datos de clientes, Permite personalizar ofertas y fidelizar.

ventas, hábitos de compra,       

                      

Financieros Ingresos, egresos, presupuestos,   Mejora la planificación y control de gastos                                

                       proyecciones

Operativos Logística, inventarios,            Aumenta la eficiencia y reduce errores                                        productividad

               

Humanos Desempeño, formación,          Mejora la gestión del talento

                       competencias


Digitales                Tráfico web, redes sociales, apps    Impulsa estrategias digitales basadas en evidencia                        

                       

Por qué los datos son un activo real (y no solo “información”)


Muchas empresas acumulan datos, pero no los gestionan.

Cuando los datos se procesan, estructuran y protegen, se transforman en un activo porque:


Tienen valor de mercado. Las empresas pagan por información de consumidores, tendencias o hábitos.

Pueden generar ingresos indirectos. Por ejemplo, un análisis predictivo que reduce costos de mantenimiento.

Permiten crear ventajas competitivas. Las decisiones dejan de ser por intuición y se vuelven estratégicas.

Atraen inversión. Los inversionistas valoran las empresas con sistemas de información sólidos y medibles.


Ejemplo práctico: All Sports Coins y los datos deportivos


Imaginemos una empresa que combina deporte, tecnología y bienestar, como All Sports Coins.


Cada usuario que corre, pedalea o nada, genera datos: distancia, tiempo, calorías, frecuencia cardíaca.


Esos datos, bien gestionados, permiten:

  1. Analizar hábitos de salud y rendimiento.
  2. Diseñar programas personalizados de entrenamiento.
  3. Medir el impacto del bienestar en el gasto médico empresarial.
  4. Monetizar a través de alianzas con marcas deportivas, aseguradoras o programas de salud corporativos.


Así, los datos se convierten en activos comerciales, sociales y financieros.


Cómo proteger y administrar tus activos de datos


Un activo de datos no solo debe recolectarse, también debe protegerse y gobernarse.

Algunas buenas prácticas incluyen:


  1. Clasificar la información. Distingue datos personales, financieros y estratégicos.
  2. Definir responsables. Cada área debe saber qué información gestiona y cómo.
  3. Asegurar la calidad del dato. Sin precisión ni actualización, el valor se pierde.
  4. Proteger la privacidad. Cumplir con normativas como la Ley de Protección de Datos o GDPR.
  5. Medir el valor de los datos. Igual que un activo físico, se puede auditar y valorar en términos económicos.


El desafío para las PYMEs


La mayoría de las PYMEs costarricenses aún ve los datos como simples registros administrativos. Pero los tiempos cambiaron.


Hoy, la información es la base de la competitividad: desde saber qué producto se vende más, hasta entender el comportamiento de tus clientes por provincia o temporada.


Una PYME que domina sus datos:

  1. Toma decisiones más rápidas.
  2. Ahorra en procesos innecesarios.
  3. Puede automatizar tareas con inteligencia artificial.
  4. Y proyecta crecimiento sostenible.


Conclusión

Los activos de datos son el nuevo inventario del siglo XXI.

No se oxidan, no se desgastan, y bien gestionados crecen con el tiempo.

Convertir tu información en inteligencia no es solo una ventaja, es una necesidad.

“Quien conoce sus datos, conoce su destino empresarial.”