Mi retro semanal: claridad, aprendizaje y ajustes prácticos.
El domingo no es solo el cierre de una semana, es la antesala de la siguiente. Muchas personas lo ven como un día de descanso, pero también puede ser un espacio de reflexión estratégica. Al dedicar unos minutos a preguntarte tres cosas sencillas, podrás transformar tu productividad, tu motivación y hasta tu calidad de vida.
Las preguntas son:
Estas tres claves son como un espejo: te muestran logros, tropiezos y caminos de mejora.
1. ¿Qué funcionó?
La gratitud y el reconocimiento personal son motores de energía.
Ejemplo práctico:
En el trabajo: lograste entregar un proyecto antes de tiempo.
En lo personal: fuiste constante con tu ejercicio tres días de la semana.
En lo familiar: tuviste una conversación valiosa con tus hijos o pareja.
Solución práctica:
Lleva un registro en una libreta o app de notas con la sección “Lo que funcionó”. Esto te dará confianza y reforzará hábitos positivos.
2. ¿Qué no funcionó?
Aquí no se trata de autocastigo, sino de honestidad y aprendizaje.
Ejemplo práctico:
No lograste cumplir con tus metas de ventas porque pospusiste llamadas importantes.
Te propusiste leer 20 páginas por día, pero apenas leíste dos veces en la semana.
Dormiste menos de lo que tu cuerpo necesitaba.
Solución práctica:
Pregúntate: ¿qué me impidió lograrlo? Puede ser falta de tiempo, de enfoque o de recursos. Una vez identificado, anótalo y acepta que forma parte del proceso de mejora.
3. ¿Qué ajusto?
Esta es la pregunta que te impulsa hacia la acción.
Ejemplo práctico:
Si no cumpliste con tu rutina de ejercicio, ajusta y prográmalo como una reunión
inamovible.
Si perdiste mucho tiempo en redes sociales, define límites de horario o instala
recordatorios digitales.
Si tu semana fue muy cargada, ajusta delegando tareas o simplificando tu lista.
Solución práctica:
Diseña microcambios realistas. No intentes transformarlo todo en un día, enfócate en un 1% de mejora. Por ejemplo: acostarte 30 minutos antes o adelantar una llamada pendiente en la mañana.
Mi retro semanal: Cómo aplicarlo
El domingo, dedica 15 minutos en calma (puede ser con un café, en el parque o antes de dormir) para responder estas tres preguntas en un cuaderno titulado “Mi Retro Semanal”.
Ejemplo de retro semanal:
Lo que funcionó: cerré 2 ventas nuevas, corrí 15 km, pasé un sábado en familia.
Lo que no funcionó: me distraje demasiado en redes, pospuse 2 reuniones clave.
Ajustes: apagar notificaciones en horas laborales, bloquear miércoles por la mañana para las reuniones importantes.
Conclusión
El secreto del crecimiento no está en grandes saltos, sino en pequeños ajustes conscientes cada semana. Si conviertes estas 3 preguntas en un ritual de domingo, verás cómo tu vida personal, profesional y espiritual encuentra un mejor balance.
El éxito no se mide solo en lo que logras, sino en cómo aprendes, corriges y avanzas.